Ese espacio virtual engloba una red de universos virtuales que están interconectados a través de internet. A cada universo virtual se puede acceder de forma independiente, como por ejemplo a través de unas gafas que permiten ver esa realidad virtual paralela a la realidad física.

El metaverso busca simular experiencias físicas de manera virtual de la forma más realista posible. Aunque estas experiencias pueden representarse en dos dimensiones (2D), normalmente se representa en tres dimensiones (3D) para transmitir más realismo. Así, una de sus principales metas es imitar gran parte de nuestras vivencias en la realidad, pero en un entorno digital.

Por ejemplo, jugar un partido de baloncesto en un campo físico, pero con un balón virtual y con personas que no están físicamente ahí, sino que se encuentran en otro sitio físico. O por poner otro ejemplo, comprar en una tienda virtual como si se estuviese paseando por ella, tocando los productos y realizando el pago, salvo que los productos llegarán a casa por correo postal.

Además, el metaverso aspira a reproducir experiencias que podrían darse en un mundo ficticio de fantasía o de ciencia ficción. Como por ejemplo, pasear por los anillos de Saturno o viajar virtualmente por mundos imaginarios o mundos pasados.

Es importante precisar que el metaverso está compuesto por mundos virtuales. Y cada mundo virtual es un espacio digital que simula actividades, ya sean ficticias o no.

Como esto, existen infinidad de posibilidades dentro del metaverso. Su principal objetivo es replicar la vida real en espacios virtuales para poder vivir experiencias a un coste mucho más bajo. Imagina que quieres saber de primera mano cómo se ve el Empire State Building desde la puerta de acceso, en el metaverso podrás vivirlo sin salir de tu habitación.

En resumen, el metaverso es un espacio digital en el que se tratan de crear experiencias para los humanos con el mayor grado de realismo posible. Cuando hablamos de realismo, no quiere decir que se parezca únicamente a la realidad, sino que puedas sentir lo que se siente en el mundo real aunque sean experiencias totalmente ficticias.

Es aceptado generalmente que el inicio del metaverso se dio con la novela Snow Crash, en la que el escritor estadounidense Neal Stephenson fue el primer artista notable que usó el concepto.

En la obra de Stephenson, se narra la historia de un hacker que se encuentra en el metaverso y en cierto lugar halla un estupefaciente virtual denominado ‘snow crash’. La novela fue escrita en 1992 y desde entonces el uso del término ha ido creciendo en la industria cinematográfica. Prueba de ello son los siguientes títulos:

• Los sustitutos: Es una película del año 2009 en la que la trama se basa en un mundo en el cual las personas manejan a distancia un avatar en forma de robot. En este filme, el metaverso puede expresarse en el mundo real.
• Sword Art Online: Se trata de una serie animada japonesa que empezó en el año 2012. La serie trata de un mundo en el cual la industria de los videojuegos ha avanzado tanto que los jugadores pueden realizar inmersiones hiperrealistas dentro del propio videojuego vía cascos virtuales.
• Ready Player One: En este caso, la película se estrenó en el año 2018 y la trama es algo parecida a la serie anteriormente citada, salvo algunas diferencias. La trama se desarrolla en un mundo en el que la mayoría de la población tiene un avatar en el metaverso. En este metaverso, existe una economía y un estilo de vida que hace que las personas pasen más tiempo dentro del mundo virtual que en la propia realidad. La inmersión en este caso se realiza con gafas virtuales y trajes hápticos.

A modo de aclaración, un traje háptico es aquella prenda que puede simular sensaciones que podemos sentir en el mundo real, tales como las relacionadas en el sentido del tacto.

El metaverso es un concepto disruptivo que puede cambiar muchos esquemas, pero no es un término que se haya generado de un día para otro.

Los principales impulsores del metaverso han sido los sistemas de perfiles online (Facebook, Twitter, Instagram, Reddit, Forocoches, 4Chan, etc) y la propia industria del videojuego (Sony, Nintendo, Microsoft, TENCENT, etc).

La unión de estas dos industrias, las redes sociales y los videojuegos, ha dado lugar a la siguiente generación tecnológica que está por eclosionar en el entorno digital llamado web3. Esta fase de la web se caracteriza por el uso del blockchain como una de las tecnologías base, lo cual dejaría paso a una evolución que aún está por determinar hacia qué dirección se dirigiría.

En la anterior gráfica, se pueden resumir las fases en las que se basa un metaverso, al menos de forma general.

En primer lugar, debemos poseer un avatar con una identidad que nos represente. Este puede ser un retrato nuestro de la realidad, como lo puede ser en Facebook, o una identidad que queramos crear independientemente de nuestra situación real, como puede llegar a suceder en Twitter.

En segundo lugar, nuestro avatar podrá realizar ciertas funciones dependiendo de dónde haya sido concebido. Así, podrá desde interactuar con otros usuarios hasta adquirir activos digitales del propio mundo virtual. Esto puede suceder mayormente en videojuegos con modo online.

En tercer y último lugar, nos encontraríamos con aplicaciones en forma de simulación del mundo real, en el que ya se va más allá de la interacción y el manejo de activos digitales. Luego, lo que se pretende es simular un mundo virtual lo más parecido a la realidad. Para ello se deberán incluir factores y características que se dan en el mundo real, tales como las experiencias sensoriales y todo tipo de actividades.

En esta última fase es donde las grandes corporaciones están dando el siguiente paso para ofrecernos el siguiente gran salto a nivel digital. En este aspecto, empresas como IBM, Microsoft o Meta (antes Facebook), son las que están en la vanguardia.

Otro concepto que se debe tener claro para no caer en confusiones es el multiverso. Este término hace referencia a que hay universos distintos al nuestro, lo que significaría la existencia de realidades distintas a la nuestra.

Por tanto, nada tienen que ver ambos términos entre sí. El metaverso aspira a ser una simulación perfecta de nuestra realidad o de infinitas ficciones. En tanto, el multiverso es la teoría que afirma la existencia de universos iguales o distintos al nuestro con características diferentes entre sí.

Sin embargo, cabe destacar que pueden darse multiversos dentro de un metaverso, y por ende, metaversos dentro de un multiverso. Ello siginificaría equiparar nuestra realidad física con una virtual, como distintos universos existentes.

En este aspecto, a nivel cultural, se puede hacer referencia al multiverso en los cómics de DC y Marvel, y en series de televisión como Rick & Morty, entre otros.

Algunos ejemplos de metaversos son:

• The Sandbox: Posiblemente sea la plataforma más demandada a nivel digital en el sector del metaverso. Empresas como Atari y Adidas ya han adquirido parcelas virtuales. Se caracteriza por su carácter minimalista y pixelado, al estilo Minecraft, el cual es un videojuego en línea.
• Second life: Posee una mecánica distinta, ya que los gráficos tienen una intención de transmitir cierto realismo. Se espera que sea el auténtico rival de Sandbox.
• Habbo: Este mundo virtual trata de interconectar a distintos usuarios vía avatar en un espacio determinado por un servidor concreto. Las limitaciones comienzan cuando el servidor limita la cantidad de usuarios. Por ello, más que un metaverso, se puede llegar a afirmar que ha sido uno de los primeros intentos de este. En las fases anteriormente enumeradas, faltaría el desarrollo de la tercera y última fase.

Estos son algunos de los ejemplos de metaversos que están en auge, incluyendo uno que es pionero en el panorama hispano (Habbo). Aunque está bastante claro que con el tiempo se desarrollarán y se lanzarán más plataformas.